En el mundo del branding y la comunicación, la pregunta no es si tu competencia tiene mejor comunicación que tú. La pregunta es si ellos tienen más valentía para arriesgarse.
A menudo, escucho a clientes que desean algo diferente, algo disruptivo, algo que rompa con lo establecido. Quieren que su marca destaque, que sus mensajes impacten, que sus campañas se viralicen. Pero cuando llega el momento de tomar decisiones, el miedo se convierte en su mayor enemigo.
El miedo a no gustar a todos. El miedo a ser criticados. El miedo a equivocarse. Y ahí es donde la comunicación pierde su fuerza, su autenticidad y, sobre todo, su poder de atracción.
La buena comunicación comienza con valentía. Empieza cuando te atreves a ser distinto, a tomar un camino que otros no se han atrevido a recorrer. Porque el atrevimiento no es solo hacer cosas escandalosas o polémicas, sino hacer cosas auténticas, cosas que realmente representen la esencia de tu marca.
¿Quieres crear una campaña que se recuerde? Entonces, debes estar dispuesto a asumir riesgos. Porque lo convencional rara vez se queda en la mente del consumidor. Lo seguro es predecible, es igual al resto, es lo que todos hacen. Y lo que todos hacen, ya no sorprende a nadie.
Mira a las marcas que hoy lideran en el mercado. No hay ninguna de las que estás pensando, que no decidió ser diferente al resto y por eso hoy las recuerdas.
Pero el riesgo no solo está en hacer cosas. También está en decidir no hacerlas. El miedo al fracaso es tan potente que paraliza a muchas grandes tanto pequeñas como grandes. Y esa parálisis es, en sí misma, es un riesgo aún mayor: el riesgo de pasar desapercibido. Porque, al final del día, el verdadero fracaso no es ser criticado, es no ser recordado.
La valentía no es solo para las grandes marcas. Es para cualquier negocio que quiera destacar, sin importar su tamaño o sector. ¿Qué pasa si esa campaña disruptiva no funciona? Aprendes. ¿Qué pasa si no gusta a todos? Filtras a tu audiencia. ¿Qué pasa si te critican? Has generado conversación. Y eso, en el mundo de la comunicación, es mejor que el silencio.
¿Y qué pasa si sale bien? Si tu mensaje , si tu propuesta conecta, si tu campaña destaca, habrás hecho lo que la mayoría teme hacer: salir del molde, arriesgarte y dejar huella.
Entonces, la próxima vez que te sientas tentado a decir que tu competencia tiene mejor comunicación que tú, pregúntate primero si realmente estás dispuesto a hacer algo diferente. Porque la buena comunicación no empieza en la agencia, ni en el diseño, ni con un buen copy. Empieza en la valentía de la decisión. Y esa decisión es tuya.
¿Quieres ser uno más o quieres ser memorable? Tú decides, y nosotros podemos ayudarte.